

El nuevo Rado Centrix Diamonds destaca por una combinación poco habitual en relojería femenina: un bisel engastado con diamantes Top Wesselton, esferas de nácar en dos tonalidades y un formato de 35 mm que prioriza la comodidad sin renunciar a la presencia. El uso de cerámica de alta tecnología en el brazalete aporta ligereza y resistencia, elementos que completan una propuesta pensada para quienes buscan un reloj joya con fundamento técnico claro y una estética cuidada desde el primer gesto.
Diamantes Top Wesselton y arquitectura luminosa en la relojería femenina
El Centrix Diamonds ordena su presencia visual a través de 71 diamantes Top Wesselton talla VS-SI —una clasificación que indica alta pureza y brillo dentro de los estándares de la joyería—: 60 en el bisel, uno por cada minuto, y 11 sobre la esfera como índices. Esta disposición no solo aporta brillo; establece un patrón de lectura uniforme y preciso que define la estética del modelo.
La esfera de nácar —en marrón intenso o en plata clara de acabado centelleante— introduce variaciones naturales de luz y una profundidad cromática que complementa el orden geométrico de los diamantes. Esta combinación entre claridad, textura y simetría es la base de su atractivo visual.

Cerámica de alta tecnología y PVD oro rosa para reforzar el estilo
La caja, la corona y las agujas presentan un revestimiento PVD en oro rosa que aporta calidez y cohesión al diseño. El brazalete incorpora eslabones centrales de cerámica de alta tecnología —marrón pulida o plasma de tono metálico—, un material que distingue a Rado por su ligereza, su elevada resistencia a los arañazos y su adaptación rápida a la temperatura corporal.
Esta elección no es solo estética: la cerámica ofrece una durabilidad superior a la de otros recubrimientos habituales y mantiene un tacto suave que mejora la experiencia diaria. El resultado es el equilibrio entre brillo, comodidad y robustez, normalmente difícil de replicar en relojes joya.
Proporción de 35 mm y legibilidad en relojes femeninos modernos
El Centrix Diamonds mide 35 mm de diámetro, un tamaño estratégico que ofrece presencia suficiente para destacar sin perder elegancia. El indicador de fecha a las seis, la inscripción “Jubilé” y el emblema de ancla móvil bajo las doce estructuran la esfera de forma ordenada y reconocible.

El cristal de zafiro curvado, ajustado al borde de la caja, garantiza nitidez en distintos ángulos y aporta continuidad visual a la superficie.
Movimiento automático R763 y ventajas de la espiral Nivachron
En su interior, el calibre automático R763 proporciona 80 horas de reserva de marcha, una autonomía superior a la habitual en relojes mecánicos de esta categoría. La espiral antimagnética de Nivachron™ mejora la estabilidad del movimiento frente al magnetismo cotidiano —auriculares, ordenadores, cierres magnéticos—, uno de los factores que más afectan la precisión en el uso real.
El movimiento ha sido probado en cinco posiciones para asegurar exactitud y fiabilidad. Quien lleva el reloj puede contemplarlo a través de la tapa trasera de cristal de zafiro, un detalle que refuerza su carácter técnico sin alterar su perfil estético.
Combinaciones para potenciar el estilo de quien lleva un Centrix Diamonds
El diseño del Centrix Diamonds se integra con naturalidad en un vestuario de líneas limpias y materiales nobles. Destaca junto a un vestido largo de seda en tonos cálidos, un blazer de mangas tres cuartos en tejido estructurado, un top de satén en colores neutros o una falda lápiz de corte preciso.
También armoniza con un abrigo ligero de lana fina o con pantalones de caída fluida que refuercen su carácter elegante sin competir con él.
Un reloj que interpreta el lujo desde la precisión
Con esta pieza, Rado demuestra que la elegancia surge de la suma rigurosa de materiales bien elegidos, decisiones técnicas consistentes y un diseño que prioriza la claridad. Es un reloj joya concebido para aportar brillo y presencia sin exceso, una propuesta que encuentra su fuerza en el detalle.










